viernes, 30 de mayo de 2008

mi maestro de la ciudad eterna. Historia de mi iluminación.

La iluminacion es algo sencillo, algo qué sucede todos lo días.

En Japon lo llaman satori.

Satori es ese instante donde todo parece fácil.

Todo parece fácil, y tu fluyes y, aunque sea tan sólo por un instante, si sucede, es verdad qué existe.

Existe y esta es su historia...

"Amar es fácil.

Amar es una capacidad.

Porque para amar, es necesario estar vacío.

Capacidad quiere decir estar vacío.

Si quieres llenar una botella con un litro de agua es necesario qué exista ese vacío de capacidad en la botella. Una botella de cinco litros, si está llena, no nos vale. Su capacidad es nula.

Perdoname si a veces los ejemplos parecen obvios, pero me es necesaria la total comprension de las situaciones.

Para amar es necesario estar vacío de amor.

Para ello es necesario alcanzar el no_yo.

A este estado me gusta llamarlo 'ser tu en ausencia de ti'


Y, aquello qué eres es aquello qué nadie te puede dar, y eso eres tu en estado de vacío.

El concepto Tao, hace referencia a aquello de lo que ese vacío se llena.

En mi caso fue amor.

Amor en consciencia. Y fue tan determinante en mi vida qué le acunye un nombre que es Zenlove: 'amor en consciencia'

Un día un estado de consciencia descendió sobre mi. Mi único milagro y habilidad era ser un absoluto desastre.

Todos nos enamoramos de lo prohibido. La diferencia es si de ello lo conviertes en una experiencia consciente.

Si es así, te enamoras y te vacías olvidandote de ti, lo cual se convierte en el primer atisbo de trascendencia, de rozar los campos dorados de la eternidad.

Y en ese instante, por primera vez, me sentí especial. En cada pensamiento, en cada hueco, en cada célula.

A partír de ahí, a su lado pare el tiempo en esos jardines de otonyo donde llueven pétalos violetas en el suelo donde los pies ya no se asientan.

La última prueba es ese momento final, en el, tu maestro te pide un imposible...

Ella me pidió el único imposible qué era posible qué fuera imposible... Y, me pidió que no la amara.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen.

No hay comentarios: