domingo, 25 de mayo de 2008

el poeta que meditaba.

Para un poeta lo poetico es la poesia.

La poesia es el centro.

Esto es hermoso.

Todo lo poetico es muy bello.

Pero solo, el poeta que meditaba, no le importaba eso.

El estaba lejos de toda ornamentacion.

Jamas uso su poesia para cortejar o ganar favores.

Y, es que, cuando meditas, sabes que la poesia no te pertenece.

La poesia es un don de los dioses.

Previamente era ncesaria una ceremonia.

Lo mismo que limpias tu cuerpo si has de amar, asi, el poeta, limpiaba su alma de pensamientos del yo, de egoidad.

Se quedaba limpio, vacio.

Solo aquello que es vacio pudo ser llenado.

Y, de forma continua, era derramado, poseido e inundado de palabras que daban al sentido que yo siempre niego, quizas sea porque yo no soy poeta y por eso estoy perdido.

El, no se atribuia, no ponia su nombre, lo maximo que se atrevia era a poner un pseudonimo que lo cubriera.

En el, su cuerpo y su mente, eran tan solo un transporte a ese que ceremoniaba de forma continua la creacion.

Un dia...

Un dia, en una de sus noches, ausente de si, en un espacio de inspiracion, reconocio un angel, un avatar.

El angel le sonrio.

Al menos el sintio, que era a el.

El problema de los angeles cuando descienden es que olvidan su divinidad y, en cierto modo, vivien ausentes, como el poeta en su poesia.

Quizas por eso entre poetas y angeles exista ese sindicato de la soledad errante.

La poesia era un estado constante, hasta que un dia tuvo una reunion.

Los poetas muchas veces trabajan en oficinas cuando estan dormidos.

En ese momento, en frente le tenia.

El angel habia caido en ella.

Se quedo parado.

Es curioso.

Es curioso porque era el poeta dormido el que saludaba al angel que se habia olvidado que era angel.

Y, este cuento, esta historia aun no se como acaba pues el poeta aun, le esta tratando despertar al angel.

Quizas sea una especie de cuento de belladurmiente.

Algo si ha pasado, el poeta y la persona se han vuelto a reconciliar.

Ambos estaban perdidos.

Ahora hay una fructifera paz.

Esta paz se basa en que no puedo separar el poeta de la persona, pues vivir sin poesia es intento tonto.

Si mi creencia fuera posible, si pensar que con una palabra se cambia el mundo. En este mismo minuto me cambiaria mi paz por su despertar, pues en este mundo, es mas necesario un angel, un avatar, que un poeta mas...

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen.

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