miércoles, 28 de mayo de 2008

Cuando tu dices quien....

Este es uno de los Koan mas hermosos que existen.

Esta es su historia...

Muchas veces la vida se rompe.

Se rompe de usarla.

Se rompe de abusarla.

Y, cuando es este ultimo caso, tu, te quedas roto con ello.

Y entonces la vida queda rota y tu quedas roto.

Eso es una putada o es cojonudo.

La historia es muy similar a la de ese suicida de una pelicula de Toni Leblanc donde solo cuando la vida no tiene sentido, empieza a tener sentido.

El problema es siempre que la quieras rehacer.

Ahí, hay dos aspectos, o comprendes cuan inutiles y funestos son sus intentos o te esfuerzas con mas ahinco.

Aun recuerdas esa ultima emocion y te amparas en ella.

Yo opte por entrar en un monasterio zen.

Lo que quedaba de mi, entro en esa disciplina.

Y que mas me daba, lo que me sucediera!

Pues entre en el monasterio.

Alli, estaba un personaje unico e irrepetible.

En el capitulo anterior explique su muerte.

Cuando me vio hizo lo mas normal de un maestro zen que se precie...

Ni me hizo caso.

Con ello, la solucion fue muy facil. Me sente en un rincon.

Despues de varias horas me fui.

Ahí estaba la clave.

Todo dependia si volvia.

Y, como daba lo mismo donde estuviera, volvi.

Al dia siguiente al entrar, todo cambio...

Me hizo menos caso.

La verdad es que con tan solo dos dias, ya me habia superado.

Iba por buen camino.

Para no ser menos, este acto se produjo durante una semana, la cual fue acompañada de la siguiente.

A la tercera en el recuento, me dijo con gran cariño...

"O eres idiota o tienes un gran interes".

A lo cual respondi que ni lo uno lo otro.

Y, la pena y mi suerte, era, que era asi.

Menos mal que no respondi afirmativamente a la segunda.

Realmente no creo que hubiera podido hacer nada positivo, pero bueno, eso es otra historia.

Ese vacio le animo a decirme.

"Cuando tu dices quien, ¿quien dice quien?"

Normalmente, en estos casos, siempre se dan respuestas. Todo es cuestion de fardar.

Yo, me calle.

Asi, pasaron cinco años.

Nunca mas dije nada, hasta un dia que me fui.

Al marcharme, me pregunto...

"¿A quien dejas?"

"A quien dijo quien".

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen.

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